3.2.1 El fijismo y el Catastrofismo
¿Qué es el fijismo?
El fijismo es una antigua teoría científica que sostiene que las especies biológicas son estáticas y no cambian a lo largo del tiempo. Esta idea postula que cada especie fue creada independientemente y permanece inmutable desde su origen. Según el fijismo, las variaciones que se observan en las poblaciones de organismos son simplemente manifestaciones de la diversidad creada originalmente por un diseñador divino o una fuerza creadora.

El fijismo fue una concepción dominante en la biología antes del advenimiento de la teoría de la evolución por selección natural propuesta por Charles Darwin en el siglo XIX. La evidencia acumulada desde entonces ha refutado el fijismo y ha demostrado que las especies cambian a lo largo del tiempo debido a procesos evolutivos como la selección natural, la deriva genética y la mutación.
La teoría de la evolución ha revolucionado nuestra comprensión de la diversidad y la relación entre las especies, proporcionando un marco explicativo sólido para comprender la variabilidad biológica y la adaptación de los organismos a su entorno. En contraste, el fijismo ya no se considera una explicación científica válida para la diversidad y complejidad de la vida en la Tierra.

¿Qué es el catastrofismo?
El catastrofismo es una teoría geológica que propone que los cambios en la Tierra, especialmente aquellos relacionados con la formación de características geológicas importantes, como montañas, cañones y estratos rocosos, son el resultado de catástrofes repentinas y violentas. Estas catástrofes se creía que eran eventos únicos y de gran magnitud, como inundaciones universales o erupciones volcánicas masivas, que alteraban rápidamente la superficie terrestre.

La teoría del catastrofismo fue promovida por científicos como Georges Cuvier en el siglo XIX como una explicación alternativa a los cambios geológicos en lugar de la uniformismo, que sugiere que los procesos geológicos operan gradualmente y de manera uniforme a lo largo del tiempo. Cuvier postuló que los fósiles encontrados en diferentes capas de roca eran evidencia de eventos catastróficos que causaron extinciones masivas y la aparición de nuevas formas de vida.
Sin embargo, a medida que avanzaba la ciencia geológica y la paleontología, se descubrieron más evidencias que respaldaban el uniformismo, como la estratificación de rocas sedimentarias y la gradualidad de procesos como la erosión y la deposición. La teoría del catastrofismo perdió popularidad a medida que se desarrollaba una comprensión más completa de los procesos geológicos y se aceptaba la idea de que los cambios en la Tierra ocurren principalmente de manera gradual a lo largo de largos períodos de tiempo. Aún así, el catastrofismo sigue siendo relevante en la explicación de ciertos eventos geológicos extremos, aunque su importancia relativa ha disminuido.