3.6 Intervención del humano en el ciclo del agua
La intervención humana en el ciclo del agua es significativa y tiene impactos tanto locales como globales en los procesos naturales de este ciclo vital para la vida en la Tierra.

Aquí hay algunas formas en que los humanos intervienen en el ciclo del agua:
Extracción de agua subterránea: Los humanos extraen grandes cantidades de agua de los acuíferos subterráneos para el consumo humano, la agricultura y la industria. Esta extracción puede provocar la disminución del nivel freático y la salinización del agua subterránea.
Construcción de represas y embalses: La construcción de represas y embalses altera el flujo natural de los ríos y cuerpos de agua, afectando la cantidad y calidad del agua disponible para los ecosistemas y las comunidades aguas abajo. Además, puede inundar áreas de hábitat natural y provocar la pérdida de biodiversidad.
Canalización y drenaje: Los humanos canalizan y drenan cuerpos de agua naturales para controlar las inundaciones, mejorar el drenaje agrícola y desarrollar áreas urbanas. Estas modificaciones pueden alterar el flujo natural del agua y reducir la capacidad de los ecosistemas para proporcionar servicios ecosistémicos.
Desviación de ríos: Se desvían ríos y arroyos para abastecer de agua a comunidades y áreas agrícolas donde el agua es escasa. Esto puede tener impactos en los ecosistemas aguas abajo, así como en las comunidades que dependen del flujo natural del agua.
Contaminación del agua: Las actividades humanas, como la agricultura intensiva, la industria, la minería y el vertido de desechos, pueden contaminar los cuerpos de agua con productos químicos tóxicos, nutrientes en exceso y otros contaminantes, lo que afecta la calidad del agua y la salud de los ecosistemas acuáticos y las personas que dependen de ellos.
Cambio climático: Las actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles y la deforestación, están contribuyendo al cambio climático, que está alterando los patrones de precipitación y evaporación en todo el mundo, afectando así el ciclo del agua a escala global.

Estas son solo algunas de las formas en que los humanos intervienen en el ciclo del agua. Es importante tener en cuenta que estas acciones pueden tener consecuencias ambientales, sociales y económicas significativas, y que la gestión sostenible del agua es fundamental para garantizar su disponibilidad y calidad para las generaciones futuras.