
3.3.1 La hominización
La hominización se refiere al proceso evolutivo por el cual los primates, específicamente los homínidos, han desarrollado características distintivas que los diferencian de otros primates y los han llevado a convertirse en humanos. Este proceso ha sido largo y complejo, abarcando millones de años de evolución.
Algunas de las características que marcan la hominización incluyen:
Bipedestación: La capacidad de caminar erguido sobre dos piernas en lugar de en cuatro patas, lo que liberó las manos para otras funciones.
Aumento del tamaño del cerebro: A lo largo del proceso de hominización, ha habido un aumento significativo en el tamaño del cerebro en comparación con otros primates.
Desarrollo de herramientas: La fabricación y uso de herramientas ha sido una característica distintiva de los homínidos, lo que les ha permitido adaptarse y sobrevivir en una variedad de entornos.
Expansión del cerebro y complejidad cultural: Junto con el aumento del tamaño del cerebro, se ha observado una mayor complejidad cultural y social en los homínidos, incluyendo la capacidad de lenguaje, pensamiento simbólico y desarrollo de sociedades más complejas.

El proceso de hominización ha sido influenciado por una variedad de factores, incluyendo cambios ambientales, presiones selectivas, interacciones sociales y otros procesos evolutivos. Estudiar la hominización nos ayuda a comprender cómo hemos llegado a ser como especie humana y cómo nos diferenciamos de otros primates.