
3.2.4 El Neodarwinismo
El neodarwinismo, también conocido como síntesis evolutiva moderna, es una teoría de la evolución que combina las ideas originales de Charles Darwin con los principios de la genética mendeliana y otros conceptos modernos de la biología. Esta síntesis se desarrolló a principios del siglo XX como una respuesta a las críticas y lagunas en la teoría de la evolución de Darwin.
La teoría neodarwinista sostiene que la variación genética dentro de las poblaciones es la materia prima para el cambio evolutivo, y que la selección natural actúa sobre esta variación para dirigir el proceso evolutivo. La variación genética se produce principalmente a través de mutaciones aleatorias, que son cambios en el material genético de un organismo, y la recombinación genética durante la reproducción sexual.
La selección natural favorece a los individuos con características genéticas que les confieren una ventaja adaptativa en su entorno, lo que les permite sobrevivir y reproducirse con mayor éxito. Como resultado, las características genéticas beneficiosas se propagan en la población a lo largo del tiempo, mientras que las desventajosas tienden a disminuir o desaparecer.

Además de la selección natural, el neodarwinismo también reconoce otros procesos evolutivos importantes, como la deriva genética (cambios aleatorios en la frecuencia de los alelos en una población), la flujo génico (intercambio de genes entre poblaciones) y la mutación (fuente de variación genética).
La síntesis evolutiva moderna integra conceptos de la genética, la paleontología, la sistemática y otras disciplinas biológicas para proporcionar una comprensión más completa de cómo evolucionan las especies y cómo se diversifica la vida en la Tierra. Es la base de la biología evolutiva contemporánea y ha sido fundamental para el desarrollo de numerosas áreas de investigación en biología.